viernes, 30 de octubre de 2009

A consolidar lo hecho sin apartarse del camino

Por Diego Raimundo

En el fútbol hay momentos y momentos. Situaciones que deben ser aprovechadas y otras que deben ser pasadas por alto. Y a esta altura del año, donde muchos ya están cansados ante tanto trajín, no hay que perder de vista que llega el mejor momento de la temporada, con posibles coronaciones. Se llega a una instancia en donde todos los jugadores, no importa su edad, pueden dar lo mejor de sí a fin de que lo hecho hasta aquí se consolide.
Quizás hoy los ojos estén puesto, más allá de que el título de la Copa Conjunto en LISFI es cosa juzgada y demás está decir que el ascenso a la zona 1 y el campeonato de todas las categorías nadie podrá robárselo a Estudiantes, en las finales de AFA y en la recta final de Liga Metropolitana. Claro no está mal que las miradas estén apuntadas hacia ese horizonte, pero los objetivos no deben aislarse de los caminos.
Es cierto que la mayoría está atento a la final que debe jugar la categoría 98 en el certamen de AFA. Este es un hecho histórico que debe ser recalcado permanentemente por tratarse de una final y porque se accedió a esta fase con un equipo de jugadores de 10 y 11 años. Pero la alegría por estas horas debe ser bien medida porque este equipo, como los otros tienen muchas cosas por jugar y no hay que quedarse en “la final”. La 98 previo al choque con River tiene y debe cumplir otros pasos que son tan importantes como ese juego definitorio, por ejemplo está el clásico con Gimnasia, y continuar en la pelea en Liga Metropolitana.
Claro, muchas veces hemos dicho que los resultados no son lo único sino que la formación del futbolista es lo que vale. Pero, quien le puede quitar la ilusión al jugador de que la posibilidad de hacer historia está muy cerca. Sin dudas este es el momento en que los entrenadores deben tomar el toro por las astas y más allá de las cuestiones tácticas deben hablar con los pibes para que la ansiedad pase a un segundo plano, que lo hecho hasta aquí ya es un premio enorme, que no hay que apartarse del camino correcto porque ya el nombre de Estudiantes está bien representado.
Así como la 98 se juega muchas cosas, las otras categorías también. Las que sólo participan en LISFI deben tener en claro que en la recta final no hay que aflojar.
En tanto la 96 debe despedirse, porque en el 2010 ya será parte del fútbol amateur, de la mejor forma y por ende hacer bien los deberes para que un partido –por el clásico que se avecina- no nuble a los “días soleados” que siempre han sido la mano derecha de este equipo que tiene un futuro enorme.
Entonces y aunque suene reiterativo, hay que aprovechar los momentos y que estos sirvan para escribir una nueva página exitosa del fútbol infanto juvenil de Estudiantes, sabiendo que las exigencias están pero que no forman parte de ese camino que están transitando muchos chicos y cuya final hay que cartel que dice: “futbolistas”.

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