lunes, 25 de mayo de 2009

Las rarezas del fútbol infantil

Se sabe que en la región las canchas de fútbol infantil abundan. Que de una u otra manera suplantaron los potreros que décadas atrás estaban colmados por chicos que soñaban con que la pelota sea su mejor amiga. Esos rectángulos de juegos que hoy albergan a los soñadores de este siglo cuentan con diferentes particularidades que por tratarse de canchas “chicas” son muy elogiables. Pero entre las curiosidades o rarezas que envuelven a este deporte, hay una que sobresale y que no puede ser dejada de lado. Se trata de las canchas de Olimpia y Centro Fomento Los Hornos, ambas ubicadas en la misma manzana y que ni siquiera están separadas por un alambrado olímpico.

Hoy ante la necesidad de encontrar espacios para la práctica de fútbol que existan dos canchas pegadas no resulta extraño, porque por ejemplo en Montevideo, en el Parque Battle, donde está emplazado el Estadio Centenario, en el mismo predio y dentro de un cuadrado de 100 metros están los estadios de Miramar Misiones y Central Español. Un dato: en algunas ocasiones los simpatizantes se ubican en un terraplén para observar los partidos en ambas canchas

Volviendo a lo nuestro, lo que no está bien es la incomodidad, la dificultad para observar un partido y más aún practicarlo cuando al costado, separado por un pasillo que no tenía más de 2.50 metros de ancho los padres de Belgrano y Los Hornos “gritaban” y fustigaban al árbitro sin importarles lo que sucedía al lado entre Estudiantes y Olimpia. No fueron pocos (jugadores, entrenadores y simpatizantes), los que desviaron su atención por lo que acontecía en la “otra cancha”.

Muchos podrán decir que justo se dio que Los Hornos y Olimpia actuaron de locales y que este clásico de Los Hornos está dividido por las ligas, ya que el Fomento participa en LIFIPA y el auriazul en LISFI. Pero hay cuestiones de convivencia que afean al espectáculo en todo sentido. En un momento de la tarde los padres se cruzaban, los “chicos” no entendían lo que pasaba y poco importaba lo que sucedía en las canchas. Es más lo que me pareció una total falta de respeto de parte del Centro de Fomento Los Hornos, fue cuando los partidos en su “estadio” ya había culminado, la música (a un volumen muy alto) invadía el predio y por ende confundían a los protagonistas que estaban desarrollando un partido de fútbol a tres metros de distancia.

Ya nada me asombra y mucho menos este tipo de actitudes o de gente, que tiempo atrás lucía orgullosa la “medalla” de presidente de una entidad y el sábado no se detuvo un segundo en gritarle al árbitro, olvidándose por completo cuál fue su rol y cuál debe ser su actitud para con sus colegas. Bah… son esas rarezas que tiene el fútbol infantil y que alguna vez entre todos podremos corregirlas.

Un párrafo aparte, y que tiene que ver con los estrictamente futbolístico, el domingo Estudiantes le hizo morder el polvo a Independiente en AFA y a Huracán en Metro.

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