Por Diego Raimundo.
"Fue un 4 de agosto que un grupo de platenses plasmó una idea que les rondaba por la cabeza: formar un equipo de fútbol. Aquella ilusión se hizo realidad esa tarde de 1905 cuando esos entusiastas conformaron el equipo de Estudiantes. El nombre no fue duda para nadie y la creación de la entidad contaba con un fundamento básico: ser un poderoso del fútbol.
Ese pensamiento no fue una locura porque con el correr de los años el club se ganó el respeto de los grandes del país y hasta del continente. Llegaron las alegrías, las marcas históricas (como por ejemplo que Alberto Zozaya fue el primer goleador del fútbol argentino y el autor de la primera conquista del torneo del profesionalismo de 1931, las campañas admirables de los Profesores, la magestuosidad del Nolo Ferreria o el gol de rabona del Beto Infante), las copas y las vueltas.
En la década del 60 Estudiantes rompió el molde con Osvaldo Zubeldía. Fue el primer campeón que no era caratulado como "grande", pero eso no bastó porque luego llegaron las Copas Libertadores y la Intercontinental.
En los comienzos del año 80, con Bilardo como DT, el Pincha otra vez le mojó la oreja a un grande como Independiente. Primero fue en el 82, luego en el 83 con otro hombre de la casa Eduardo Manera.
El club siguió creciendo más allá de algún tropiezo. Llegó el cachetazo del descenso, pero fiel a su historia Estudiantes se levantó y ganó el campeonato en un cerrar y abrir de ojos.
Y precisamente 11 años después de ese ascenso, Estudiantes gritó otra vez campeón y bajo la batuta de un hijo pródigo Juan Sebastián Verón. Las alegrías y los sueños de aquellos fundadores no cesaron porque este 2009 llegó un regaló único: el tetracampeonato de América.
La décima estrella es un premio al avance, al crecimiento, a una apuesta que se inició en 1905 y que hoy tiene su continuidad. Por ello y por todo lo que va a venir "FELIZ 104 AÑOS ESTUDIANTES"
Ese pensamiento no fue una locura porque con el correr de los años el club se ganó el respeto de los grandes del país y hasta del continente. Llegaron las alegrías, las marcas históricas (como por ejemplo que Alberto Zozaya fue el primer goleador del fútbol argentino y el autor de la primera conquista del torneo del profesionalismo de 1931, las campañas admirables de los Profesores, la magestuosidad del Nolo Ferreria o el gol de rabona del Beto Infante), las copas y las vueltas.
En la década del 60 Estudiantes rompió el molde con Osvaldo Zubeldía. Fue el primer campeón que no era caratulado como "grande", pero eso no bastó porque luego llegaron las Copas Libertadores y la Intercontinental.
En los comienzos del año 80, con Bilardo como DT, el Pincha otra vez le mojó la oreja a un grande como Independiente. Primero fue en el 82, luego en el 83 con otro hombre de la casa Eduardo Manera.
El club siguió creciendo más allá de algún tropiezo. Llegó el cachetazo del descenso, pero fiel a su historia Estudiantes se levantó y ganó el campeonato en un cerrar y abrir de ojos.
Y precisamente 11 años después de ese ascenso, Estudiantes gritó otra vez campeón y bajo la batuta de un hijo pródigo Juan Sebastián Verón. Las alegrías y los sueños de aquellos fundadores no cesaron porque este 2009 llegó un regaló único: el tetracampeonato de América.
La décima estrella es un premio al avance, al crecimiento, a una apuesta que se inició en 1905 y que hoy tiene su continuidad. Por ello y por todo lo que va a venir "FELIZ 104 AÑOS ESTUDIANTES"
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