Si es que el tiempo lo permite el Country vivirá una jornada muy particular este sábado. Se juega un nuevo clásico entre Estudiantes y Gimnasia. Esta vez en el fútbol infantil y como todo clásico, tiene su sabor especial, sus obligaciones y responsabilidades. Si bien es cierto que por ambos bandos se anhela con ganarle al rival de toda la vida, se ha coreado un clima que no es el adecuado por tratarse de fútbol infantil.
Todos quieren ganar y no está mal. Los chicos, y más lo que son hinchas de Estudiantes o de Gimnasia, interiormente saben lo que representan este tipo de partidos y como tal aspiran a salir felices, ganadores; y tampoco está mal. Lo que sí está mal es la presión que indirectamente se les efectúan porque se juega un clásico.
Los chicos son chicos. Sólo quieren divertirse, salir a jugar y punto. Los grandes (padres, madres, abuelos, familiares, entrenadores y profes) se deben mantener al margen, no crear un clima “denso”, no exigir más de la cuenta porque los únicos perjudicados serán los protagonistas.
El fútbol es un juego donde gana el que convierte más goles que el otro y si bien en este caso en el derby de la ciudad está en juego el valor de la camiseta, los únicos que pueden inclinar la balanza para un lado u otro van a ser los jugadores que desde las 11.10 saldrán a protagonizar una jornada muy particular y que hacía tiempo el fútbol infantil no vivía.
De nada sirve “tirarles” a los chicos mensajes subliminales, suspicacias u obligaciones porque para lo único que sirven este tipo de situaciones es para contener al jugador, atarlo, no dejarlo ser libre en el rectángulo de juego y que al mismo tiempo estén pendientes de lo que le digan los entrenadores, etc…
El ejemplo lo tienen que dar los grandes y en este sentido se organizó una distribución del público a fin de que se viva una fiesta, para que la gente disfrute de los partidos y nada más. Que se festeje, se aplauda y simplemente eso, porque el fútbol infantil es de los chicos y por más clásico que sea, camisetas o rivalidad que exista entre Estudiantes y Gimnasia, todo debe iniciarse y culminarse con cada pitazo del árbitro.
Un clásico no se juega todos los días y por suerte este sábado el Country volverán a estar frente a frente pinchas y triperos, algo que en juveniles por capricho de vaya a quien, no se puede disfrutar. Ojalá que sea una fiesta del fútbol infantil…
Todos quieren ganar y no está mal. Los chicos, y más lo que son hinchas de Estudiantes o de Gimnasia, interiormente saben lo que representan este tipo de partidos y como tal aspiran a salir felices, ganadores; y tampoco está mal. Lo que sí está mal es la presión que indirectamente se les efectúan porque se juega un clásico.
Los chicos son chicos. Sólo quieren divertirse, salir a jugar y punto. Los grandes (padres, madres, abuelos, familiares, entrenadores y profes) se deben mantener al margen, no crear un clima “denso”, no exigir más de la cuenta porque los únicos perjudicados serán los protagonistas.
El fútbol es un juego donde gana el que convierte más goles que el otro y si bien en este caso en el derby de la ciudad está en juego el valor de la camiseta, los únicos que pueden inclinar la balanza para un lado u otro van a ser los jugadores que desde las 11.10 saldrán a protagonizar una jornada muy particular y que hacía tiempo el fútbol infantil no vivía.
De nada sirve “tirarles” a los chicos mensajes subliminales, suspicacias u obligaciones porque para lo único que sirven este tipo de situaciones es para contener al jugador, atarlo, no dejarlo ser libre en el rectángulo de juego y que al mismo tiempo estén pendientes de lo que le digan los entrenadores, etc…
El ejemplo lo tienen que dar los grandes y en este sentido se organizó una distribución del público a fin de que se viva una fiesta, para que la gente disfrute de los partidos y nada más. Que se festeje, se aplauda y simplemente eso, porque el fútbol infantil es de los chicos y por más clásico que sea, camisetas o rivalidad que exista entre Estudiantes y Gimnasia, todo debe iniciarse y culminarse con cada pitazo del árbitro.
Un clásico no se juega todos los días y por suerte este sábado el Country volverán a estar frente a frente pinchas y triperos, algo que en juveniles por capricho de vaya a quien, no se puede disfrutar. Ojalá que sea una fiesta del fútbol infantil…
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Sábado 29 de Mayo
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