En un terreno que siempre le resultó adverso a lo largo de su historia, Estudiantes de La Plata se impuso 2 a 1 ante River en el Monumental, con los goles de José Luís Calderón y Marcos Rojo. En el caso del zaguero nacido en La Plata, la alegría es doble porque le tocó convertir su primer gol en Primera división. La defensa fue integrada absolutamente por chicos surgidos del club y en el mediocampo jugó Maximiliano Núñez. En el complemento ingresaron Carlos Valencia, Cristián Gaitán y Matías Birge.Aunque el partido no tenía una importancia mayúscula para ninguno de los equipos, ambos querían terminar el torneo con una sonrisa. Alejandro Sabella apostó por un conjunto alternativo, con algunos juveniles, y la jugada le salió favorable. El Pincha ganó con justicia, aunque sobre el final del partido sufrió en numerosas oportunidades. El triunfo es un gran espaldarazo para la confianza de los más jóvenes del plantel.
La defensa estuvo integrada por Matías Sarulyte, que nuevamente ocupó el lateral por la derecha (como lo había hecho frente a Colón); los zagueros fueron Federico Fernández y Marcos Rojo; y Raúl Iberbia se movió como marcador lateral izquierdo. En los primeros minutos River fue más incisivo, en consecuencia, los defensores albirrojos tuvieron algunas zozobras. El principal perjudicado fue el Rana Iberbia, que padeció la habilidad de Diego Buonanotte.
Tras cumplirse el cuarto de hora, Estudiantes emparejó las acciones y tomó mayor contacto con la pelota. En la defensa, el León ganó en confianza y ya no perdió tanto ante cada ataque de la Banda. Sarulyte (nuevamente respondió en un puesto que no es el suyo) estuvo firme por su sector, al igual que la dupla de zagueros. Tanto Rojo como Fernández demostraron aplomo para jugar en el Monumental y lidiaron con la ardua tarea de marcar a Cristian Fabbiani. El Ogro no pudo sacar réditos ante la sofocante marcación que le brindaron.
Pero una de las mayores felicidades de la noche se produjo en la segunda etapa, cuando el partido ya estaba uno a cero a favor de Estudiantes. A los 5 minutos, Rojo aprovechó un error del arquero Daniel Vega y marcó de esa manera su primer tanto en la máxima categoría. El golero millonario no logró retener el potente remate de Sánchez Prette, y el defensor platense atrapó ese rebote y definió con un puntazo. Todos los abrazos fueron para Marcos, que mostraba una cara de inmensa felicidad.
El mediocampo contó con jugadores de mayor experiencia, además de la inclusión de Maxi Núñez, que se volcó por el sector izquierdo. El habilidoso estuvo acompañado de Diego Galván, Juan Huerta y Cristian Sánchez Prette. El hornense estuvo entre los puntos más altos del equipo, mostró un dinamismo interesante para desbordar por su andarivel, y lastimó cuando realizaba movimientos de afuera hacia adentro. Sus disparos se cuentan entre las situaciones de riesgo.
Pese a que Rojo se dio el gusto de convertir, la alegría no fue completa, ya que debió abandonar la cancha por un dolor que sufría. En su reemplazo ingresó Cristian Gaitán, que se ubicó como lateral por la derecha y relegó a Sarulyte a la zaga central. No intervino demasiado Bocacha.
Desde el banco saltó a la cancha Carlos Valencia, que en pocos minutos dejó su sello de habilidad. Volcado sobre el sector derecho, desparramó chiches y gambetas. Habilitó a Sánchez Prette y lo dejó solo frente a Vega. Poco tiempo le quedó para mostrarse a Matías Birge, que ingresó en lugar del capitán Huerta.
Sentados junto al cuerpo técnico había otros chicos que esperaban por su oportunidad, pero no se les dio. Ansiosos por el ingreso estaban Mauro Dobler, Emanuel López, Diego Auzqui y Mauricio Carrasco. Para el rosarino López igualmente será un grato recuerdo este encuentro ante el Millo, ya que concentró por primera vez en Primera. Algo similar le sucederá a Auzqui, que hacía tiempo no se integraba al plantel profesional. En Mauricio Carrasco tal vez pueda encontrarse la desazón de no haber sumado minutos, cuando el equipo titular era alternativo. En tanto que Dobler tiene los días contados.
Fuente: www.inferioresplatenses.com.ar
La defensa estuvo integrada por Matías Sarulyte, que nuevamente ocupó el lateral por la derecha (como lo había hecho frente a Colón); los zagueros fueron Federico Fernández y Marcos Rojo; y Raúl Iberbia se movió como marcador lateral izquierdo. En los primeros minutos River fue más incisivo, en consecuencia, los defensores albirrojos tuvieron algunas zozobras. El principal perjudicado fue el Rana Iberbia, que padeció la habilidad de Diego Buonanotte.
Tras cumplirse el cuarto de hora, Estudiantes emparejó las acciones y tomó mayor contacto con la pelota. En la defensa, el León ganó en confianza y ya no perdió tanto ante cada ataque de la Banda. Sarulyte (nuevamente respondió en un puesto que no es el suyo) estuvo firme por su sector, al igual que la dupla de zagueros. Tanto Rojo como Fernández demostraron aplomo para jugar en el Monumental y lidiaron con la ardua tarea de marcar a Cristian Fabbiani. El Ogro no pudo sacar réditos ante la sofocante marcación que le brindaron.
Pero una de las mayores felicidades de la noche se produjo en la segunda etapa, cuando el partido ya estaba uno a cero a favor de Estudiantes. A los 5 minutos, Rojo aprovechó un error del arquero Daniel Vega y marcó de esa manera su primer tanto en la máxima categoría. El golero millonario no logró retener el potente remate de Sánchez Prette, y el defensor platense atrapó ese rebote y definió con un puntazo. Todos los abrazos fueron para Marcos, que mostraba una cara de inmensa felicidad.
El mediocampo contó con jugadores de mayor experiencia, además de la inclusión de Maxi Núñez, que se volcó por el sector izquierdo. El habilidoso estuvo acompañado de Diego Galván, Juan Huerta y Cristian Sánchez Prette. El hornense estuvo entre los puntos más altos del equipo, mostró un dinamismo interesante para desbordar por su andarivel, y lastimó cuando realizaba movimientos de afuera hacia adentro. Sus disparos se cuentan entre las situaciones de riesgo.
Pese a que Rojo se dio el gusto de convertir, la alegría no fue completa, ya que debió abandonar la cancha por un dolor que sufría. En su reemplazo ingresó Cristian Gaitán, que se ubicó como lateral por la derecha y relegó a Sarulyte a la zaga central. No intervino demasiado Bocacha.
Desde el banco saltó a la cancha Carlos Valencia, que en pocos minutos dejó su sello de habilidad. Volcado sobre el sector derecho, desparramó chiches y gambetas. Habilitó a Sánchez Prette y lo dejó solo frente a Vega. Poco tiempo le quedó para mostrarse a Matías Birge, que ingresó en lugar del capitán Huerta.
Sentados junto al cuerpo técnico había otros chicos que esperaban por su oportunidad, pero no se les dio. Ansiosos por el ingreso estaban Mauro Dobler, Emanuel López, Diego Auzqui y Mauricio Carrasco. Para el rosarino López igualmente será un grato recuerdo este encuentro ante el Millo, ya que concentró por primera vez en Primera. Algo similar le sucederá a Auzqui, que hacía tiempo no se integraba al plantel profesional. En Mauricio Carrasco tal vez pueda encontrarse la desazón de no haber sumado minutos, cuando el equipo titular era alternativo. En tanto que Dobler tiene los días contados.
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