Históricamente el fútbol argentino y por que no mundial se ha caracterizado por ponerle rótulos y títulos a los equipos. Nos hemos acostumbrado a leer definiciones como “poderosos”, “invencibles”, “cucos”, etc. y en cada caso se aplican de acuerdo a las circunstancias. Y en esta materia aquellos equipos o clubes llamados cucos no lo son hasta tanto se demuestra lo contrario.
Estudiantes el domingo jugó por Liga Metropolitana frente a San Lorenzo, uno de los grandes de nuestro fútbol, que siempre recibió del apodo de “cuco” porque además de desplazar a River y Boca de la cima a los equipos pinchas les costó una enormidad poder hacer valer su juego. Pero la historia comenzó a revertirse…
El fantasma del Ciclón quedó guardado. Estudiantes salió a jugar cada uno de los partidos entendiendo y comprendiendo que no hay por qué temerle al oponente si lo que vale es el potencial propio. Con esta prédica los chicos saltaron a jugar ante el cuco de San Lorenzo y dejaron en clara evidencia que “los cucos no son tan cucos” y que la confianza interior lleva a que se pueda ganar en casa ajena hasta cuando las estadísticas no son favorables (Nunca los albirrojos habían podido obtener un triunfo en el hogar del Cuervo).
Veamos, excepto lo que sucedió con la 93 y 94, el resto sumaron puntos. Sin dudas que lo más importantes es que se ganó en el Bajo Flores con autoridad y solvencia. Estos resultados, las victorias, sirvieron para que los chicos comprendan que los imposibles en el fútbol no existen y que mucho menos cuando se trata de jugadores de 8 hasta 12 años. Hay que meterse en la cabeza que el temor por enfrentar a ciertas camisetas hay que dejarlo de lado.
La excursión a San Lorenzo fue positiva por donde se lo mire. El convencimiento de que se puede, las ganas por ser protagonistas y el no claudicar en la previa de cada encuentro llevó a que el Pincha sume tres victorias y dos empates que, aunque dejaron cierto sabor amargo, glorifican aún más la producción de los planteles que volvieron de la casa del Ciclón con el pecho bien inflado.
Pero esto no es todo, porque al margen de la notable tarde en Flores, Estudiantes una vez más volverá a partir de la zona campeonato del Torneo de AFA y cuando comience a rodar la pelota en este campeonato los chicos de la 95, 96 y 97 también deberán advertir que por más que sus rivales gozan de sus dotes, “los cucos no son tan cucos” y que las probabilidades de pegar el golpe está en sus manos.
La excursión a San Lorenzo fue positiva por donde se lo mire. El convencimiento de que se puede, las ganas por ser protagonistas y el no claudicar en la previa de cada encuentro llevó a que el Pincha sume tres victorias y dos empates que, aunque dejaron cierto sabor amargo, glorifican aún más la producción de los planteles que volvieron de la casa del Ciclón con el pecho bien inflado.
Pero esto no es todo, porque al margen de la notable tarde en Flores, Estudiantes una vez más volverá a partir de la zona campeonato del Torneo de AFA y cuando comience a rodar la pelota en este campeonato los chicos de la 95, 96 y 97 también deberán advertir que por más que sus rivales gozan de sus dotes, “los cucos no son tan cucos” y que las probabilidades de pegar el golpe está en sus manos.
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